lunes, 23 de marzo de 2009

Muchos payasos, poca risa…

Si a veces la vida está llena de payasos personas que simplemente ven la vida como si fuese un show y a la cual solo le faltara un director que gritara ACCION!
La vida es verdad que es como una telenovela a veces tienes tus días felices en el que el mundo lo ves color de rosas y otros días en que el mundo es gris y tétrico.


Somos actores y actrices de nuestra propia vida y aun así nos cuesta comprenderla, aceptar nuestros errores, crecer, evaluarnos y lo más importante de todo CONOCERNOS.


Para mí ha sido difícil este proceso de conocerme, siento a veces que puedo llegar a ser de varias maneras, desde la persona más HIPOCRITA en este mundo a la persona más humilde que existe pero saben? A veces ser ese estereotipo de persona no es bueno, es bueno ser quien realmente eres, sin usar mascaras las cuales nunca revelan nuestra verdadera identidad; a veces me gustaría jugar a ser otra a ver que se siente, quizás no tendría los amigos que tendría o no me rodearía la gente con la que convivo a diario.


Imaginemos que fuera una persona totalmente odiosa, cambiaria totalmente el aspecto “cuchi” o “lindo” que tengo de mi seria simplemente súper arrogante o pedante.


O imaginemos que fuese la mas pendeja de todas a la que todos joden por ser una niña incapaz de hacer algo, la que se cala las mariqueras de todo el mundo y eso que sin ser así a veces siento eso de los demás, mi generosidad es el rasgo más apreciable de mi por tanto es del que más se aprovechan, vamos a ser sinceros tu brindas una mano y te agarran todo y cuerpo, no es justo que solo porque tú seas una persona humilde y generosa deban aprovecharse.


Qué difícil es brindarle un poquito de humildad a los seres humanos, saben que detesto de la gente? El desinterés, wow que barbaro es eso! , sobre todo cuando la persona que mas quieres en este mundo simplemente no te demuestra un poquito de afecto o interés en el momento que más lo necesitas, en ese momento donde queda lo que llamamos cariño? Pues parece que se le olvido.
Todos necesitamos quien nos escuche, quien nos comprenda, quien nos haga un buen gesto, que nos brinde una mísera caricia o una mirada, una mirada vale más que mil palabras…
No tengas miedo de enseñarte tal cual eres a ver cuánto te acepta la sociedad…Sin mascaras, ni tabúes!

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