Un día soleado le pedí al sol que me regalara un rayo para que iluminara mi camino ese día, el día estaba muy oscuro pero el seguía brillando para mi, seguí su luz y me guió a ti y vi que el reflejo que llevaba todo el día guiándome se confundió con tus ojos, te pregunte por que el brillo de tus ojos y me comentaste que la única compañía que habías tenido durante ese día había sido la del sol…
Poco después comenzamos a hablar y a conocernos, coincidimos con muchas cosas, las estrellas, la agonía de la luna y otras cosas…
Se hizo tarde y decidimos parar la charla para admirar la luna y sus amigas las estrellas, sentadas en la grama estamos viendo cada una de las estrellas sus constelaciones y demás cuando de repente una estrella fugaz paso lentamente para decirnos que ese brillo aun esta en nuestros ojos y que aprovecháramos de pedirle un deseo ya que ella será la estrella que nos guiara en este camino el camino de la felicidad, cerramos los ojos y con mucha fuerza nos apretamos de manos y pedimos un fuerte deseo entre las dos el deseo de buscar la felicidad de una en la otra.
Pasados los días seguimos viéndonos y conociéndonos mas buscando un refugio o una mano amiga, los días estaban llenos de felicidad tal cual lo pedimos en el deseo, no había cosa que nos molestara, no había razón alguna para una discusión todo tenia una solución.
Y así ha sido desde entonces compartiendo cada recuerdo, cada mirada, cada beso, cada caricia, cada abrazo, cada GESTO…
Meses después esta linda historia continua escribiéndose paso a paso, tal cual el cuento de hadas, Ali como la cenicienta buscaba a su príncipe, esta princesa busca a la princesa azul o un osito de peluche con el que puede pasar todo un día y este la escucha en silencio pero susurrándole al viento que nunca la deje caer; escribamos una historia en el que el protagonista principal sea el amor o que solo sea un rompecabezas buscando cada pieza y colocando cada pieza en su lugar…
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